sábado, 24 de noviembre de 2018

disforia

No soy quien parezco, no formo parte de mi.
Me ven pero no me observan, no preguntan.
Vivo en el encierro de mi propia piel, siendo un fantasma en mi propio ser.
¿Qué acaso no me ves gritar?
Lloro por lo que no me atrevo a hacer, pero no quiero acceder.
No me mires más, no soy quien parezco ser.
¿Por qué tengo yo que atravesar por esto?
Me veo al espejo y sólo veo sombras desconocidas.
"Reflejo, deja de seguir mis movimientos."
Mi cuerpo y mi cerebro desencajan, necesito herramientas para arreglarme.
¿Alguien puede ayudarme?
No sé que hacer, cómo seguir, cómo vivir.
La desesperación de tocar un cuerpo que no reconozco.
Me estoy sofocando.
Me irrita, me inquieta, me desespera mi propio ser.
No siento propia mi armadura.
Tanta estigma, demasiados prejuicios, sólo añoro mi libertad.
No me desprecies, soy vulnerable con esta disconformidad.
Libérame de estas cadenas que pesan como la vida misma, y asígname a mi lugar.
Sólo quiero arrancar mi piel y cada parte de mi ser.
Cóseme un nuevo exterior que sincronice mi interior.
Seré fuerte, por mi, por mis pares.
Esas personas que me acompañan en esta lucha de géneros.
Un cerebro que encaje con su cuerpo.
Ser libre, siendo lo que realmente soy.
Simplemente ser blanco, rosa y azul de color.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario