miércoles, 17 de abril de 2024

ruidoso silencio en soledad

    Viento en mis memorias
    Fuego en mi tabaco
    Aire fresco en mis pulmones
    El vapor caliente del café que evana desde las raíces de mis manos se confunde con el suave humo del cigarrillo recién prendido.
los rieles del tren rugen al unisono de las plantas que chocan entre sí,
se encoje mi piel,
como autor el otoño, ese que llena las calles con tonos de escala color rojo, sintiendo su brisa en la monotonia de mi rostro,
arrastrando el humo hasta empapar mi suéter con su tan definido olor, este que cubre y descubre los pensamientos, dejándolos salir.
    El baño de matices verdes, naranjas y azules me cubre, la madre naturaleza dejándome apreciar todo su esplendor.
    Ondas naturales y artificiales en mis oídos suenan, hasta llegar a mi mente con nudos que necesitan ser desatados.
    Ceniza cae desde mi pitillo y su humo se enreda entre mis dedos,
siento la paz por fin entrar.
    Cansada estoy, llenando un vacío con asesinos silenciosos
sólo el viento me observa, me juzga, me siente a la par que yo le siento
la niebla llena mis pulmones, calentándome, matándome lentamente
un ajetreado día que aún no termina.
    El ruidoso sigilo de las hojas envolviéndose entre sí, colisionando con la música que me ha acompañado junto a mi bebida caliente y mi cigarro quemado.
    Cielo gris, triste y sin sabor
mi compañero se acaba, mi elixir termina, mi canción favorita finaliza, mi mente se apaga, y los pensamientos invaden mi mente desnuda
¿Qué más puedo hacer?
espero que el viento susurre las respuestas
mas el silencio y la soledad me acompañan
la tarde aún no termina pero yo ya lo hice.
    Cansada, agotada, fatigada
se percibe la traición como cuchillas calientes recorriendo mis venas,
quemando más que las propias palabras
    Las mangas en mi suéter sobresalen de mis manos que teclean con rapidez, ya nada me escolta mas que la música que con estruendo y euforia me llenan
tristes melodías que siempre están
    El fuego arde, quema, mata
¿puede el viento llevarme a casa?
podría correr,
tal vez esconderme,
¿Serviría de algo?
escapatoria no hay
obligaciones que llenan cada pedazo de mi mente, no me dejan pensar
siento un tambaleo en mi cabeza
¿acaso será el café? quizá el tabaco recién acabado
la culpa o el engaño podría ser.
    Bañame entre la frescura que me abraza como brasas calientes
¿Por qué tengo que volver a la realidad?
satisfecha estoy con el mundo que mi mente a creado,
simple secuencia perfecta que me da la tranquilidad que ya había olvidado
no quiero enfrentarme al polvo y al veneno que me acompañan día tras día
a la desolada existencia no quiero volver
mi triste verdad no quiero enfrentar
ya no puedo escapar.

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