oscuridad

    La angustia y la miseria te rodean, cegado por una nube profunda y descolora, no habría siquiera manera. Percibiendo esa tijera en el centro del pecho que te presiona.
    No te libera.
Resulta difícil expresar la sensación de tormento que te cubre al encontrarte en una escena como esa.
    No podría si quiera imaginarme viviendo una realidad plenamente contenta, sin la dichosa vista que me fue otorgada por actos desconocidos a mi vida ajena y pasajera.
    Soñar en oscuridad, dormir en oscuridad, vivir en una oscuridad que recorre cada parte de mi existencia, y cada que retrocedo más y más en ésta, más profunda se vuelve.
    Desesperación y frustración representaría mi manera de plasmar ese sentimiento, ese ahorcamiento que se siente en lo más profundo de mi cuerpo que no es eterno.
    Y ya que hablamos de eternidad, el terror en una oscuridad como tal, puede llegar a ser un punto clave en el enigma de la mente, no tener este miedo llega a ser puro talento.
    Es como preguntarse si la vida eterna es un regalo o una miseria, llega a ser objetiva la respuesta de una persona que no tiene idea si quiera de lo que se habla en este tipo de materia. La ignorancia puede ser un regalo que desgraciadamente miles de personas tienen en la tierra.
    La felicidad es cuestión de ignorancia, mientras menos sabes, más alegría sientes.
    ¿Es acaso ésta la llave de la vida plena?, la infancia llega a ser la mejor etapa de tu vida, inocencia y pura esencia, que bañan tu alma recién hecha. Claro esta que si no te encomiendas en una deidad más allá de tu propia vida, esto puede llegar a ser más confuso y difícil de lo que podrían llegar a pensar personas presentes ante tus pupilas.
    Rodeados estamos todos de oscuridad, puede ser física, puede ser mental, podría incluso ser enfermedad, tal vez ser simple espiritualidad, pero al final, estamos todos en la misma miseria sin piedad.